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Empresa de Casas Prefabricadas en Barcelona

Ya sea que estés renovando o agregando a una ubicación existente, o la construcción de una completamente nueva, la planificación adecuada para un proyecto de construcción puede ser una tremenda labor. Incluso los gerentes de proyectos más experimentados luchan con el establecimiento de las expectativas adecuadas para los proyectos de construcción dado a cualquier imprevisto que puede ocurrir. No hay manera de estar 100 por ciento preparado para las realidades de un proyecto de construcción.

Los contratistas pueden encontrar cambios en las condiciones del sitio y la necesidad de ajustar los planes, o puede haber una escasez repentina de materiales de construcción importantes. Pero eso no debería impedirte que hagas un plan lo más ajustado posible. Asegúrate de que tú y tus contratistas están cumpliendo sus objetivos de presupuesto de reforma integral dividiendo el proceso en estas cuatro fases clave.

Fase 1: Análisis y descubrimiento

Comienza por reunir a un equipo (una empresa). Se necesita más de una persona para planificar un presupuesto. La composición de tu equipo de construcción depende del tamaño y la estructura de la reforma. Una comprensión general de los costos de los materiales es crítico, así que asegúrate de elegir una empresa cualificado y actualizada. La financiación para el proyecto debe ser segura y bien establecida. Los proyectos de construcción suelen ser caros, por lo que estar preparado para soportar los rebasamientos sin romper el banco es esencial.

Investiga y analiza las metas y los requisitos que tienes para este proyecto. Conoce el qué y el porqué de tu reforma antes de comenzar en el cómo. Una vez que tengas todo eso planeado, comienza con los detalles. Evalúa las condiciones del sitio y cualquier documentación existente. Evalúa los recursos y limitaciones de tu reforma; conocer sus límites realistas para que puedas trabajar dentro de ellos. Por último, te en cuenta los requisitos específicos de seguridad y código y cualquier permiso que necesites para continuar.

Fase 2: Diseño y desarrollo

Determina el alcance potencial de tu proyecto. Reúnete con sus arquitectos y consultores de diseño para aprovechar su experiencia según sea necesario y que puedan aportar a tus planes. Analizar su trabajo potencial, y explorar con los consultores para llegar a las opciones creativas y hacer dibujos o modelos. Todos los interesados ​​y los responsables de la toma de decisiones deben estar alineados con el diseño final antes de comenzar. Crea una lista de materiales requeridos. No dudes en buscar la ayuda de consultores externos para las segundas opiniones. La mayoría de nosotros no tenemos idea de lo que entra en los edificios en los que pasamos la mayor parte de nuestros días, ni cuánto podrían costar. Tener un ingeniero con experiencia proporciona una estimación para el proyecto en su conjunto que le permitirá evaluar las ofertas de varios contratistas cuando llegue el momento de elegir uno.

Al final de esta fase, termina tu presupuesto de reforma integral y cronograma y comienza a buscar ofertas de posibles contratistas. Al hacerlo, asegúrate de que los contratistas hayan completado todos los requisitos para la oferta. Esto minimiza el tiempo de espera para que produzcan los artículos necesarios tales como bonos de la construcción o prueba del seguro.

Fase 3: Documentación y pre-construcción

Es hora de la aprobación del diseño final y el presupuesto que creaste en el final de la fase dos. Asegúrate de que los encargados de la toma de decisiones entiendan el proyecto y estén preparados para seguir adelante con él. Antes de abrir el terreno, tener una reunión con todos los interesados ​​(contratistas, arquitectos, servicios públicos, etc.) para discutir la reforma, evaluar posibles problemas y trabajar para resolverlos. Esto reducirá el riesgo desde el principio y ayudará a mantener el presupuesto y la línea de tiempo más firmemente en el buen camino.

Guarda toda la documentación de permisos, reglamentos, entregas y contratos en un archivo organizado. Preparar y presentar todos los trámites necesarios, asegurando un buen adelanto en el proyecto. Pocas cosas son más frustrantes que ser incapaz de empezar a trabajar cuando se está listo porque sus permisos no han sido eliminados. Al administrar tu pre-construcción, todo debe ser debidamente documentado y rastreado. Visita el sitio con frecuencia durante la demolición y la pre-construcción para asegurarte de que todo está avanzando suavemente y de acuerdo a su horario previsto.

Fase 4: Construcción y cierre

La reforma está por fin en marcha. Esta será casi seguramente la fase más larga de la misma. Supervise la construcción y asegúrese de que el progreso se mantenga lo más cerca posible de los horarios y costos proyectados en tu presupuesto de reforma integral. Incluso los planes mejor establecidos se encontrarán con obstáculos, aunque tu trabajo duro en las tres primeras fases debe minimizarlos. Mantén un registro detallado de órdenes de cambio para asegurarte de que cuando los cambios necesitan ser hechos, son rastreados y anotados para el futuro. Identifica los puntos problemáticos antes de tiempo y desarrolla soluciones.

Mantén todos los interesados ​​alineados, desde los contratistas hasta los servicios públicos. Haz un seguimiento de sus entregas y los materiales que se utilizan. Esto ayudará a mantener los pagos de progreso de sus contratistas oportunos, precisos y justos para el trabajo que se ha completado. Prepara listas de verificación de cierre, garantías y cualquier inspección necesaria. Y, finalmente, disfrutar de los frutos de tu (y de los demás) trabajo duro.

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